miércoles, 29 de mayo de 2013

el perfil de un psicopata

El perfil del psicópata

Si os digo que os imaginéis a un psicópata, seguramente que las primeras imágenes que se os vienen a la cabeza son de asesinos con armas, gritos tenebrosos, situaciones de suspense y colores oscuros y rojizos. Esta es la idea general que se tiene sobre los psicópatas, pero ¿es así exactamente un psicópata?

Un psicópata no tiene por qué presentar siempre este tipo de imagen que nos proporciona el cine o la literatura, no necesariamente tiene que ser un asesino despiadado, ni tiene que presentar conductas violentas de manera continua. Por el contrario, puede mostrar una conducta seductora y encantadora si fuese útil para su objetivo.

En realidad, un psicópata es una persona a la cual le falta la capacidad de ponerse en el lugar de los demás, es decir, carece de empatía, no sintiendo emociones por aquellas personas que le rodean. Son individuos que además no tienen remordimientos, por lo que el hacer daño a otro, ya sea físico o psicológico, no le genera ningún problema.

¿Qué rasgos definen a un psicópata?

Según Robert Hare, investigador en psicología criminal y profesor de la Universidad of British Columbia, aproximadamente un 1% de la población serían psicópatas, de los cuales la mayoría pueden pasar desapercibidos en la sociedad, llegando a pasar incluso por buenos trabajadores y directivos. Los psicópatas suelen tener un amplio repertorio de conductas, activando unas u otras, dependiendo del entorno en el que se encuentren, es decir, pueden llegar a ser tan camaleónicos como se propongan. Son como hábiles actores en su escenario, mostrando ante el resto de individuos, aquel personaje más acorde a su objetivo.

Podemos decir que son mentirosos encantadores, en los que en un principio se muestran como personas en las que podemos confiar, amables, con dinero pero que con el paso del tiempo tan solo nos han hecho introducirnos en su tela de araña, de falsas promesas y mentiras.

Otro rasgo que los caracteriza es su búsqueda constante de nuevos desafíos, a través de la cual consiguen subir peldaños es la escala social para conseguir posiciones más elevadas, y disfrutar así de más poder y posibilidades de manipular a los demás. Pero en ésta búsqueda, mantienen sus espaldas cubiertas, arriesgando en detrimento de los otros. Es decir, nunca arriesgan sus bienes o su posición, sino la de otros compañeros, familiares o personas. También suelen ser sigilosos en sus movimientos y suspicaces, moviéndose perfectamente dentro de la legalidad de las normas sociales aunque no las compartan, que no quiere decir que alguna vez no sean pillados en sus tretas manipulantes. Son individuos que no se responsabilizan de sus errores, ya que presentan dificultad en aceptarlos, por lo que no suelen acudir a las consultas psicológicas.

Actualmente no existe un tratamiento eficaz para este trastorno, ya que la mayoría de los especialistas dicen que su resocialización es algo difícil, aunque se están empezando a poner en práctica ciertos programas que muestran algo de eficacia en la reducción de la reincidencia. Estos programas se aplican en centros específicos, con un entorno muy estructurado y especializado.

primera grabacion del podcast!!!!

https://soundcloud.com/user755647576/documentsmy-gatge000

martes, 28 de mayo de 2013

la castañeda


El periódico “El Universal”, con ocasión de esa exposición, publicaba el siguiente comentario de la escritora Cristina Rivera Garza (sobre quien prometo una insospechada próxima entrada):




En el marco de la exposición Imágenes de la locura. El manicomio de La Castañeda, 1910-1968, ofrecemos una revisión a una de las fotografías. Es la imagen de una mujer de falda larga y cabello largo y largos brazos.


La mujer se parece a la actriz mexicana Salma Hayek. Digo esto de verdad. La mujer, que se sabe vista, a punto de ser capturada por la lente de una cámara fotográfica y que ya ha sido capturada con anterioridad por la clasificación médica de una institución de la Beneficencia Pública que responde, y esto puede ser comprobado, al nombre de Manicomio General La Castañeda, extiende y flexiona esos largos brazos, las manos abiertas al final de cada uno de ellos, como si detuviera un pedazo de vidrio. Un mimo. Es el gesto de un mimo. No sé, no puedo saber, no hay manera de saber, si la mujer que se parece a la actriz mexicana Salma Hayek está, verdaderamente, detrás de un vidrio. Lo cierto es que nos mira, a todos nosotros, a través. Se preguntaba Don DeLillo en esa maravillosa novela que es The Body Artist qué tipo de mundos imposibles verían los pájaros a través de nuestras ventanas. Yo me hago la misma pregunta. ¿Qué tipo de locura o de hastío o de corrupción estará viendo, ahora mismo, esa mujer que se parece un poco a Salma Hayek y otro tanto a ese pájaro de DeLillo que se detiene apenas en el borde de una ventana que ha decidido, por cuestión supongo de salud mental, no cruzar? Lo interesante, que no es lo mismo que lo importante, decía Deleuze, es nunca dejar de preguntarse qué es lo que ella ve. Qué tipo de mundo imposible somos todos nosotros, ahora mismo, reunidos aquí. Que para eso y no para otra cosa uno observa, ahora lo sé, las fotografías de un manicomio. Para gatear, claro, y para preguntarse de manera obsesiva y enferma y literaria y repetitiva qué tipo de mundo imposible constituimos todos nosotros aquí. Ahora.




Por los datos que nos da la articulista, me figuro que la foto glosada se corresponde a la utilizada en el cartel del "Seminario Salud mental. Historia, sociedad, cultura", organizado el pasado año por GI Historia Social y Cultural de la Ciencia - IH - CCHS – CSIC y la Sección de Historia de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), entre otros. Cristina Sacristán era la ponente y el cartel reproducía una curiosa fotografía de lo que en ese momento me pareció una niña, preadolescente, que supuse estaba asilada en La Castañeda. Me llamó la atención, sobre todo su inusitada postura, y la guardé perdida entre los desordenados mega-bites de mi ordenador.

[huertas_cartel+castañeda+Cristina+Scristan+p.jpg]

ASESINOS INFAMES.

 TED BUNDY
 
FICHA TÉCNICA:
Ted Bundy. “El más atractivo”
ACTIVIDADES: Dirigió la oficina de Seattle de la campaña presidencial de Nelson Rockefeller. Mató de 29 a 100 mujeres entre 1974 y 1978 (aunque confesó 29), en juergas de asesinato en el estado de Washington, Utah, Colorado y Florida.
RASGOS DESPRECIABLES: Hijo ilegítimo, con un abuelo abusivo
HOBBIES: la pornografía, las mujeres jóvenes con el pelo largo y liso con la raya en el medio.
FRASE MEMORABLE: “Nosotros los asesinos en serie somos sus hijos, somos sus maridos, estamos en todas partes. Y habrá más de sus niños muertos mañana”.
¿DÓNDE ESTÁ AHORA?: Bundy fue ejecutado en la silla eléctrica, en Florida en 1989.
 
 
*Sorprendente*
 
http://id.tudiscovery.com/asesinos-infames-ted-bundy/

sábado, 25 de mayo de 2013

Clasificación de los asesinos seriales
Los asesinos seriales pueden ser clasificados por sus patrones organizacionales y sociales. Pueden ser organizados y desorganizados (dependiendo del tipo del escena del crimen).

Organizados
IQ: 105 a 120
  • ·         Adecuados socialmente
  • ·         Casados, viven con su pareja o salen con alguien.
  • ·         Figura paterna estable.
  • ·         Abuso físico en la familia.
  • ·         Se mueve geográficamente y en sus empleos.
  • ·         Sigue las noticias.
  • ·         Educado.
  • ·         Buena higiene y aseo del hogar.
  • ·         No tiene un lugar donde esconderse en casa.
  •          Diurno.
  • ·         Conduce un buen auto.
  • ·         Regresa a la escena del crimen para observar el trabajo de la policía.
  • ·         Contacta a la policía para jugar con ellos.
  • ·         Fan de la policía o aspirante a policía.
  • ·         No se interesa en los programas de autoayuda.
  • ·         Mata en un lugar y dispone de los cadáveres en otro.
  • ·         Puede desmembrar los cuerpos.
  • ·         Usa la seducción para mantener a la víctima cerca.
  • ·         Conversa con sus víctimas.
  • ·         Deja una escena del crimen ordenada.
  • ·         Deja poca evidencia física.
  • ·         Responde mejor a una entrevista directa.


Desorganizados
IQ: 80 a 95
  •   Socialmente inadecuados.
  •  Viven solo, no salen con nadie.
  •   Padre abusivo o ausente.
  •   Abuso emocional en la familia.
  •  Vive y trabaja cerca de las escenas del crimen.
  •  No le interesan las noticias.
  •   Abandona la escuela.
  •   Pobre higiene y sin habilidades domésticas.
  •  Tiene un lugar escondido en su casa.
  •   Nocturno.
  •   Conduce u auto destartalado, o pick-up.
  •   Regresa a la escena del crimen para revivir el crimen.
  •  Contacta a la familia de la víctima para jugar con ellos.
  •  No se interesa en el trabajo policiaco.
  •  Se interesa en los programas de autoayuda.
  • Mata y deja los cadáveres en el mismo lugar.
  •  No desmenbra los cuerpos.
  •  Ataca en una ráfaga violenta.
  •  Despersonaliza a las víctimas, piensa en ellas como “COSAS”.
  • Deja una escena del crimen como caótica.
  • Deja abundante evidencia física.
  • Responde mejor a una entrevista con un consejero psicológico.


 Bibliografía
Colección mitos y realidades ASESINOS SERIALES. 2da edición.

domingo, 5 de mayo de 2013


¿Cuál es origen de la agresión?

Hay  muchas teorías qué intentan intenta explicarlo, de las que destacaremos las siguientes.

En primer grupo de teorías tenemos la psicoanalítica freudiana y la etimológica de Korand Lorenz, que abogan por un origen instintivo y según las cuales los seres humanos estamos programados genéticamente o constitucionalmente para este tipo de conductas.

Para que el psicoanalista freudiano la agresividad es la manifestación de Tánatos o instintos de muerte que debe ser sublimado o redirigido hacia los otros para evitar la autodestrucción. Por lo que la agresividad se convierte en un mecanismo de canalización de unas fuerzas instintivas que permiten al individuo mantener su identidad y la integridad de su yo.

Por otro lado, Konrad Lorenz sostiene que la agresividad es una conducta muy útil en el reino animal y que gracias a ella se consigue la selección de la raza (solo los más fuertes se aparean) y es necesario para mantener para mantener un territorio en el que existan suficientes recursos alimentarios. Para Lorenz la energía agresiva se produce espontáneamente y de forma continua y se va acumulando, y en el que se convierta o no en conductas agresivas depende de la cantidad de energía que se acumule y de la intensidad de los estímulos provocadores llegando, si no se produce una descarga, a aparecer una conducta agresiva sin la necesidad de la presencia de un estímulo.

Otras teorías descargan el peso del instinto y lo ponen en el impulso. El acto agresivo seria la respuesta ante una gran cantidad de estímulos negativos como la frustración, la perdida, los dolores físicos, la injusticia social, etc. Dollard propone la teoría de la frustración- agresión según la cual “el bloqueo en la intención de conseguir un objetivo genera agresión generalmente hacia la fuente de frustración”.

Otro grupo de teorías consideran la agresión como una conducta social aprendida en el contexto de un proceso adaptativo a un medio sociocultural.

Según Regis el sádico es entre todas las perversiones sexuales la que lleva a los actos más graves. Como todo acto criminal, el crimen sádico suele ser un episodio imprevisible  que aparece durante la existencia de un sádico, hasta entonces satisfecho con sus imaginaciones, actos simbólicos o conductas de violencia leve.

Para las personas que presentan esta perversión, las conductas agresivas sádicas son una condición sin la cual no es posible la excitación ni el alivio sexual. El sadismo consiste en la búsqueda y la provocación de un daño moral o físico como forma de obtener uno mismo el placer y la satisfacción sexual. Estas conductas comprenden desde el simple deseo de causar daño físico a una pareja, hasta el mismo asesinato pasando por toda una serie de conductas intermedias como la humillación, vejaciones, encadenamientos, golpes, flagelación, quemaduras, mordiscos y todo tipo de torturas obligándola en muchas ocasiones a una obediencia total consiguiendo así, a veces sin necesidad de relación sexual propiamente dicha, el orgasmo.

Como se ha expuesto, unas veces el sádico necesita infligir un dolor o sufrimiento intensos para conseguir su excitación y otras le basta con una pequeña dosis para conseguirlo, llegando en muchas ocasiones a que sea suficiente un fantaseo sádico para provocarla. Se da el caso de conductas de este tipo sin que la pareja llegue a conocer la existencia de estas fantasías.

La crueldad mental, el simple deseo de humillar, castigar y herir a otra persona sin llegar a la realización real de estos deseos esta aún está más difundida que el sadismo físico; una pregunta, una sonrisa, una observación pueden provocar humillaciones y desvalorizaciones que pueden ser mucho peores que las físicas. Todos conocemos “artistas” especialistas en ese tipo de prácticas que son capaces de encontrar la palabra exacta, el gesto exacto, el momento exacto y la situación exacta para conseguir desde el simple azaramiento a la más profunda humillación de una persona, con frecuencia en presencia de otros. Estas últimas prácticas están diferenciadas por algunos autores y las incluyen dentro del sadismo moral.

Todas estas prácticas se relatan en los escritos de Donation Alphonse Francois, nacido en 1740.

Bibliografía
MONTEJO Gonzáles Ángel Luis, SEXUALIDAD Y SALUD MENTAL, Editorial Glosa, Barcelona, pp. 251, 252 y 255 (2 edición).