jueves, 25 de abril de 2013

LA PSICOLOGÍA DEL TERRORISMO

    
.
Desde el 9/11 el atentado donde fueron derribadas las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, entre otros edificios, y que causó la muerte de cerca de tres mil personas el mundo vive en estado de alerta. Se multiplicó la seguridad en aeropuertos y cualquier paso fronterizo, así como se flexibilizaron las leyes que permiten investigar los actos privados de los individuos en busca de pistas o células terroristas. Incluso se transgredieron algunos límites hasta asemejarse la realidad a la distopía creada por George Orwell en su libro 1984.
De eso se trata el terrorismo, como su palabra lo indica: de sembrar terror. De que las potenciales víctimas –prácticamente todos– vivamos con esa sensación de amenaza permanente frente a algo anónimo e imprevisible, lo que produce un efecto psicológico devastador más allá del simple asesinato o sabotaje. A esto se suma la irracionalidad de los atentados. Que el odio nazca de seres similares a uno mismo genera confusión, angustia y ansiedad.
El terrorista piensa y siente que tiene un fin que justifica los medios, y que tiene el deber de alterar el orden instituido pero no lo concibe sino a través del daño al prójimo. Y como percibe a sus actos como salvadores de la humanidad, no siente remordimiento o culpa por lo hecho. Por ello, no se trata de personas patológicas en el sentido tradicional de la palabra. Los factores que originan estas conductas son diversos, incluyendo los psicológicos, sociales y físicos.
A continuación, diez características comunes en los terroristas:
1. Sienten odio.
2. No están políticamente representados. Por ejemplo, son personas que han sido privadas de su derecho al voto.
3. Se identifican con aquellos que perciben como víctimas de la injusticia social contra la que están peleando.
4. Tienen desapego a las normas sociales constructivas.
5. Les es difícil desenvolverse dentro de la sociedad de forma adaptada.
6. Experimentan un fuerte deseo de acción. No se conforman con discutir los temas.
7. Creen que involucrarse en episodios de violencia en contra del Estado no es inmoral.
8. Poseen amigos o familiares que también adhieren a la causa.
9. Piensan que sumarse al movimiento terrorista les ofrecerá una recompensa social y psicológica.
10. En ocasiones necesitan compensar una baja autoestima a través de sus intimidantes acciones.
Amén de estas razones particulares, cuando se realiza la pregunta de por qué alguien querría volverse terrorista hay que analizarlo como un proceso de dinámica grupal. En ello resulta relevante el sentimiento de cohesión y pertenencia, y la comprensión de que dentro de un grupo se pueden satisfacer necesidades personales de diversa índole.
Al analizar al terrorismo hay que tener cuidado de no perder una visión global de la cuestión. Como explica Maximiliano Korstanje en The Legacy of Samuel Huntingtonin Terrorist Studies after 9/11, “el terrorismo no es ni monopolio de un Estado, ni de un grupo, sino la acción comunicativa entre ambos que en virtud de un conflicto real, fundamentan un discurso sustentado por el odio”.
En ARLINGTON ROAD (INTRIGA EN LA CALLE ARLINGTON), un profesor universitario especializado en terrorismo (Jeff Bridges), tras la muerte de su mujer –una agente del FBI-, comenzará a sospechar que sus nuevos vecinos (Tim Robbins y Joan Cusack) están implicados en un próximo atentado. Véanla el sábado 30 de marzo a las 11 PM.
 
 
*Muy buena información*
 
http://id.tudiscovery.com/la-psicologia-del-terrorismo/
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario